Cuando se trata de administrar nuestras finanzas, todos sabemos lo que deberíamos hacer: crear un fondo para emergencias, pagar nuestra deuda, hacer un presupuesto. El problema está en que, para muchos de nosotros, esto puede ser abrumador. El solo oír la frase “fondo de jubilación” puede causarnos estrés. No es de extrañarse que sigamos posponiéndolo, haciendo falsas promesas de calcular nuestras finanzas “cuando tengamos más tiempo”.
Aquí está la cosa: desarrollar buenos hábitos financieros no es solo sobre lo que hacemos – un factor importante es simplemente cómo pensamos en ello. A menudo, la única cosa que nos separa de nuestras metas financieras es nuestra mentalidad sobre el dinero.
Al seguir el proceso a continuación, podemos cambiar nuestra mentalidad – y nuestras finanzas – en cuatro pasos sencillos.
1. Ponga sus metas por escrito
Mientras más nos estresamos por algo, más grande se vuelve en nuestras mentes. Esto es especialmente cierto cuando se trata de administrar dinero. Más a menudo que no, tan solo pensar en organizar nuestras finanzas nos puede dejar sintiéndonos agotados y derrotados.
El primer paso para superar ese bloqueo mental sobre el dinero es sacar su lápiz y papel y escribir sus metas financieras. Anote todo lo que le venga a la mente hasta que haya agotado todas las vías creativas. Luego, transforme todas esas metas en artículos de acción (esto es, escalones tangibles que realmente pueda alcanzar). No diga simplemente en términos generales que quiere “abordar su deuda”. En cambio, haga su meta específica, tal como “pagar mis préstamos estudiantiles”.
Escribir sus metas no solo se las saca de la cabeza y las lleva al mundo real, sino también sirve de gran punto de partida. Si su lista es larga, no se decepcione. Clasifique cada meta por nivel de prioridad y seleccione un pequeño grupo para abordar primero.
2. Cree planes de acción individuales para sus metas
Empezando por las metas de mayor prioridad en su lista, asigne a cada una de las metas un cronograma y un plan específico. Busque herramientas y recursos tales como aplicaciones [apps], blogs o podcasts que puedan ayudarlo a conquistar la meta específica hacia la cual está trabajando. Abordar cada nueva meta con las herramientas apropiadas puede ayudar a facilitar el proceso y aliviar el estrés.
3. Céntrese en el viaje y celebre los pequeños triunfos
Los seres humanos están naturalmente orientados a los resultados y nos sentimos motivados por el progreso. Así que cuando su puntaje crediticio no salte 100 puntos de la noche a la mañana, o su deuda del préstamo estudiantil de $25.000,00 no desaparezca en unos pocos meses, puede ser fácil sentirse desanimado. En vez de centrarse en la cantidad de tiempo y esfuerzo que requiere cada una de las metas, tome una respiración profunda y acepte que el viaje hacia el bienestar financiero requiere tiempo. Para mantenerse motivado, asegúrese de celebrar las pequeñas victorias a lo largo del camino. Reconozca tanto los pequeños triunfos como los grandes logros a medida que los alcance.
4. No sienta temor de pedir ayuda
Cualquiera que haya estado endeudado o que haya tenido dificultades financieras sabe lo aislado que se puede sentir. La suposición de que administrar dinero es una tarea que es mejor abordar solo a menudo puede causar tensiones no solo consigo mismo sino también en sus relaciones con amistades y familiares. Aunque no puede esperar que alguien llegue y pague sus deudas por usted, hay expertos financieros disponibles para ayudarlo a lograr sus metas financieras. Sus seres queridos pueden ser también un recurso excelente o un hombro en el que apoyarse cuando las cosas se ponen difíciles.
Hacer un gran cambio en la vida (como dejar su mentalidad actual sobre el dinero y establecer nuevos hábitos) no es fácil. Pero yendo por partes, trabajando meta por meta, todos sus esfuerzos valdrán la pena al final.
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